Hot Widget

Type Here to Get Search Results !

Hebraico lingua do inimigo

Quince años después de haber firmado la paz con Israel, un gran número de intelectuales jordanos siguen considerando el hebreo como la lengua del enemigo. Muchos se niegan a traducir cualquier obra en este idioma y otros, lo promueven, pero sólo como medio "para conocer mejor al enemigo sionista".

Un gran número de intelectuales y expertos en asuntos israelíes respaldan una traducción selectiva que ayude a revelar la "ideología sionista" de los gobernantes de Israel.

Y es que para ellos, algunos textos hebreos traducidos pueden contribuir a que los dirigentes árabes adopten políticas que frustren las maniobras israelíes en la región.

Aún así, rechazan la traducción a todos los niveles porque consideran que podría ser un puente para la penetración cultural de Israel y alentar la normalización de las relaciones entre este país y sus vecinos, a pesar de que Jordania e Israel firmaron un acuerdo de paz en 1994.

"Apoyo la traducción selectiva del hebreo al árabe para que la opinión pública árabe y los responsables políticos tomen conciencia de la ideología sionista y de qué forma influye profundamente en la política israelí", declaró el experto en asuntos israelíes Ghazi Saadi.

Este es el objetivo del centro de investigación y publicación "Dar al Galil" de Ammán, dirigido por Saadi, donde en los últimos quince años se tradujeron cerca de un centenar de libros.

Una de esas obras es "Un lugar bajo el sol" (1995) del primer ministro, Biniamín Netanyahu, que muestra, según Saadi, la ideología extremista del político.

"Su traducción ofreció a los responsables árabes una oportunidad de comprender las peligrosas maquinaciones de Netanyahu en relación con la tierra y el pueblo palestino, que ahora se ven reflejadas en su insistencia por continuar con la construcción de asentamientos y con la judeización de Jerusalén Este", agrega el experto.

No obstante, Saadi critica a los Gobierno árabes "por no estar a la altura de sus responsabilidades, al ignorar el contenido del libro de Netanyahu y convertirse de este modo en una presa fácil de sus tácticas".

Otra de las obras traducidas por el centro es la autobiografía del ex primer ministro, Isaac Shamir, que reconoce en su libro "haber cometido actos de terrorismo", según Saadi, cuando formó parte de los grupos armados judíos Igun y Stern.

Ni siquiera la literatura hebrea se escapa de este encasillamiento y Saadi, a pesar de ser firme defensor de las traducciones de algunos libros hebreos, opina que, en general, las obras culturales de Israel "pueden envenenar el pensamientos de los árabes y debilitar su unidad para resistir a los planes israelíes y a la ocupación de nuestras tierras".

Postar um comentário

0 Comentários
* Please Don't Spam Here. All the Comments are Reviewed by Admin.

Top Post Ad

Below Post Ad

Ads Section